Ir al parque o la playa y ver cómo se amontonan los plásticos de un solo uso puede ser angustioso. Pero a medida que los científicos están aprendiendo, el problema de la contaminación plástica es mucho más significativo de lo que puede verse a simple vista.
Las bolsas y botellas de plástico se están descomponiendo en microplásticos y nanoplásticos, que se encuentran en todas partes desde lo más profundo del océano, la Fosa de las Marianas, y dentro de nuestros cuerpos. Las empresas están perfectamente posicionadas para abordar este problema invirtiendo en materiales sustentables y creando una economía circular para los plásticos.
En 2019, se alcanzó la producción mundial de plástico con 368 millones de toneladas: solo alrededor del 9% del plástico total producido es reciclable. Ese plástico ahora se está acumulando y no solo en los vertederos. La resistencia, flexibilidad y bajo costo del plástico lo han convertido en un material maravilloso para las empresas durante años.
Sin embargo, esa resiliencia también significa que los plásticos persisten en el medio ambiente durante mucho tiempo. A diferencia de los materiales más sustentables, los plásticos se descomponen gradualmente en pedazos cada vez más pequeños debido a la fricción, el calor y los rayos ultravioleta del sol.
Cuando estas partículas de plástico llegan un tamaño menor a 5 mm de longitud, se convierten en lo que se llama microplásticos. En este tamaño, el plástico es difícil de manejar una vez en el medio ambiente. Desafortunadamente, el problema empeora a medida que estas partículas continúan descomponiéndose y eventualmente alcanzan tamaños que requieren un microscopio potente para ver. Una vez en el rango de tamaño nanométrico, los plásticos se denominan nanoplásticos.
Debido a su capacidad de recuperación y tamaño, los microplásticos, especialmente los nanoplásticos, han llenado el océano e impregnado incluso los lugares más remotos de la Tierra, incluida la Antártida. Algunos científicos incluso han pronosticado que si la contaminación plástica continúa creciendo, habrá más plástico que peces en el mar para 2050. La idea de que los plásticos invisibles lleguen a cada centímetro de nuestro medio ambiente puede ser preocupante, pero potencialmente más preocupante es la prevalencia del plástico en la cadena alimentaria.

Los efectos tóxicos del problema de la contaminación plástica
La investigación sobre microplásticos y nanoplásticos en la cadena alimentaria aún se encuentra en sus primeras etapas. Sin embargo, los científicos ya han descubierto que estas partículas se están abriendo camino hacia los tejidos de animales.
Una forma de que esto suceda es mediante la filtración de animales marinos como los tiburones ballena y los mejillones. Estos animales filtran cantidades masivas de agua en busca de nutrientes. Desafortunadamente, también filtran los plásticos del agua.
Estos plásticos se acumulan en el tejido de estos animales en lugar de simplemente pasar por el tracto digestivo. Esos plásticos acumulados pasan por la cadena alimentaria cuando estos animales son consumidos, ya sea por humanos u otros depredadores. De esta forma, los nanoplásticos se están abriendo camino en los cuerpos de los humanos también.
Los efectos de estos plásticos en los organismos vivos aún se desconocen en gran medida. Aún así, la investigación ha demostrado que los microplásticos pueden filtrar bisfenol A (también conocido como BPA). El BPA es un compuesto que se ha relacionado con niveles hormonales alterados, que pueden causar problemas con el desarrollo, el metabolismo y el sistema reproductivo de una persona.
Los microplásticos también pueden unirse con otras sustancias químicas del medio ambiente como los pesticidas y llevarlos al cuerpo de otros organismos, dañando órganos vitales como el hígado. Cuando estos plásticos finalmente se descomponen, pueden convertirse en productos químicos tóxicos, algunos de los cuales incluyen carcinógenos humanos conocidos.
¿Por qué las empresas deberían adoptar la responsabilidad corporativa en respuesta a los microplásticos?
De acuerdo a The Guardian, 20 empresas producen más de la mitad del plástico mundial. En otras palabras, el problema de la contaminación plástica, alimentado por la codicia de algunas corporaciones, amenaza a toda la humanidad.
Si bien el problema de la contaminación plástica puede parecer abrumador dado lo omnipresentes que se han vuelto los plásticos, hay buenas noticias. Las empresas de todo el mundo están en la posición perfecta para realizar cambios para mitigar el problema mundial de contaminación por plástico. Es probable que limpiar nuestro desorden no sea barato, pero muchas empresas tienen una oportunidad de beneficiarse redireccionando los microplásticos.
A medida que el tema de los microplásticos y nanoplásticos se vuelve más conocido, aumenta la presión sobre las empresas para abordar el problema. El público está considerando cada vez más el impacto ambiental de sus compras, lo que lleva a que las empresas con mala reputación de responsabilidad ambiental corporativa sufran las consecuencias. La forma en que una empresa utiliza el plástico se ha convertido en una parte esencial de su reputación. Por el contrario, las empresas que abandonan los plásticos de un solo uso y adoptan materiales sustentables pueden beneficiarse de una buena reputación como empresa.
La presión adicional para reducir el uso de plástico viene en forma de regulación gubernamental. El empeoramiento del problema de la contaminación plástica ya ha provocado que los gobiernos de todo el mundo tomen medidas como prohibir el uso de bolsas de plástico desechables. Es probable que se sumen más leyes. Al reducir el uso de plástico e invertir en materiales sustentables, las empresas pueden evitar verse afectadas negativamente por las regulaciones.

¿Cómo podemos luchar contra la propagación de microplásticos y nanoplásticos?
Hay muchas ideas para abordar la propagación de microplásticos y nanoplásticos. Una de las cosas más directas que pueden hacer las empresas es dejar de producir productos que contengan microplásticos. Por ejemplo, muchos de los productos cosméticos utilizan plásticos, al igual que muchos desmaquillantes faciales. Estos plásticos terminan contaminando el agua de la comunidad cuando se lavan en el lavadero.
Las empresas también pueden cambiar a materiales sustentables en lugar de plásticos de un solo uso. Muchas empresas están desarrollando materiales biodegradables que pueden reemplazar a los plásticos. Por ejemplo, la empresa de Nueva York Ecovative está desarrollando un material a base de hongos para sustituir los plásticos.
El gobierno también puede desempeñar un papel importante para ayudar a las empresas a solucionar el problema de la contaminación por plástico. En este momento, el costo de reciclar plásticos supera el costo de producir nuevos plásticos. Al incentivar el reciclaje de plásticos, los gobiernos pueden reducir la cantidad de plástico en los vertederos y en el océano. El aumento del reciclaje de plástico también reducirá significativamente el uso de productos del petróleo dañinos para el medio ambiente necesarios para crear nuevos plásticos.
A largo plazo, el problema de la contaminación plástica requiere la colaboración de gobiernos y empresas. A través de la colaboración, podemos construir una economía circular para los plásticos que cree un mercado atractivo para el reciclaje de plásticos. Estas colaboraciones pueden garantizar que los plásticos no terminen ni en nuestras cadenas alimentarias ni en el medio ambiente.
Actualmente, se desalienta a las empresas a producir plásticos con material reciclado porque es más caro que producir plástico virgen. Pero a través de la colaboración con otras empresas o entidades relacionadas con el gobierno, se puede crear un mercado que recompense a las empresas por usar plásticos tantas veces como sea posible y luego desecharlos adecuadamente.
Si tiene un negocio y desea reducir su producción de microplásticos, Earthwatch proporciona una evaluación que le ayudará a determinar la mejor forma de proceder. Estas evaluaciones están diseñadas para adaptarse a empresas de diferentes industrias.
Las personas también pueden ayudar a combatir los microplásticos. Uno de los pasos más importantes que podemos tomar es reducir nuestro consumo de plásticos de un solo uso. Esto no siempre es fácil de hacer, pero elegir productos que utilicen los envases sustentables reducen el uso de plástico directamente y fomentan la responsabilidad medioambiental empresarial. Apoyar a las empresas que utilizan materiales sustentables garantizará que más empresas hagan lo mismo.
Las personas también pueden solicitar a sus legisladores locales que aprueben leyes que reduzcan la contaminación plástica. Por ejemplo, La ley Break Free From Pollution se votará en 2021. Si se aprueba, este proyecto de ley representaría, el paso más grande para abordar el problema de la contaminación plástica.
Los expertos dicen que la contaminación plástica ya se ha vuelto tan frecuente que dejará su huella en el registro fósil. No hay tiempo que perder. Ahora es el momento de reducir la producción mundial de plástico y comenzar a limpiar nuestro desorden, para el futuro del medio ambiente y la humanidad en general.