El cambio climático, la superpoblación, los residuos y la disminución de los recursos suelen ser los principales temas de debate cuando se habla de la creciente crisis climática. Sin embargo, a menudo dejamos de ver cómo la tecnología puede darnos la esperanza de un futuro mejor. La tecnología es cada día más avanzada. Las nuevas tecnologías inteligentes han cambiado la forma en que vivimos, trabajamos y gestionamos nuestro día a día.
Además de facilitarnos la vida, la tecnología también nos ayuda a vivir más y mejor. Esta situación, en la que todos ganan, nos ayuda a mejorar nuestro entorno. He aquí cinco formas en las que la tecnología ayuda actualmente al planeta.
1. La tecnología nos permite ser eficientes energéticamente
Puede resultar sorprendente para algunos que los dispositivos inteligentes estén ayudando a simplificar no sólo nuestras vidas, sino también a reducir nuestros desechos de carbono. Los aparatos eléctricos son cada vez más eficientes. Algunos dispositivos inteligentes, por ejemplo, conservan la energía utilizando la inteligencia artificial para apagar la energía cuando no se utiliza. Estos cambios graduales en la forma en que alimentamos nuestra vida cotidiana tienen un efecto dominó espectacular a largo plazo.
Algunos dispositivos inteligentes también pueden optimizar el termostato o el consumo de energía cuando no se necesita o cuando no se está en casa. Sustituir las bombillas o actualizar los equipos eléctricos obsoletos puede ayudar a compensar su consumo excesivo de electricidad. Por ejemplo, las bombillas modernas LED utilizan 75% menos energía que la iluminación incandescente tradicional y tienen una vida útil 50 veces mayor. Las bombillas LED son esenciales para frenar nuestro uso de la energía, ya que reducen los residuos, utilizan menos recursos y consumen menos energía.
Los hogares modernos de la mayoría de la gente tienen de todo: desde timbres eléctricos y aspiradoras robóticas hasta televisores inteligentes. Aunque utilizamos más electrodomésticos que nunca, nuestro consumo de energía es menor que el de los propietarios de las décadas anteriores gracias a la avanzada tecnología que alimenta nuestros hogares.

2. La tecnología hace más eficiente la producción de energía
Nuestro mundo es cada vez más dependiente energéticamente a medida que la vida se digitaliza. Nuestras formas de producir energía son cada vez más limpias, y hay una razón principal para ello: los sistemas de energía renovable.
La energía renovable es la fuente de energía de más rápido crecimiento en los Estados Unidos. Al conocer mejor la energía del sol, el viento y el agua, nuestra dependencia de la energía se agota y se reducen las emisiones de efecto invernadero. Las energías renovables representaron el 24% de la producción mundial de energía en 2016, gran parte de ella procedente de la energía hidroeléctrica, y se prevée que suba a 90% en 2050.
3. La tecnología ayuda a crear sistemas de energía limpia
La producción de energía sustentable nos permite depender menos de los combustibles fósiles y otros tipos de contaminantes. Nuestros avances tecnológicos en los sistemas de energía limpia son una de las razones por las que se han vuelto más eficientes y económicamente viables tanto para los individuos como para las empresas. Por ejemplo, desde 2006, el coste de la energía solar ha caído más de 73%, lo que hace que sea una inversión inteligente tanto económica como ambientalmente.
La tecnología ha avanzado mucho en las últimas décadas al minimizar el impacto de las sombras, aumentar la eficiencia de las matrices solares y permitir la monitorización a través de la web. Hoy en día, es posible convertir más luz solar en electricidad, es más común instalar paneles de sistemas solares en los tejados y reunir información valiosa del sistema desde lejos. Las células solares son cada vez más pequeñas y delgadas, por lo que requieren menos materiales y abren un mundo de posibilidades.

4. La tecnología puede aumentar el reciclaje para reducir los residuos y la contaminación
A medida que se desarrolla la tecnología de reciclaje, podemos reciclar y reutilizar más nuestros residuos. El reciclaje de bucle cerrado es un concepto más sostenible, en el que el reciclaje de materiales puede hacerse indefinidamente sin que se degraden sus propiedades. Cuando se implementa el recurso de circuito cerrado, deberíamos tener cero residuos, y todos los productos al final de su ciclo de vida se asimilan.
La Estrategia de cero residuos apoya el desarrollo sustentable a través de las siguientes vías:
Sustentabilidad medioambiental:
- Conservación de los recursos naturales
- Proteger la salud de los ecosistemas
- Minimización de los residuos no degradables vertidos a los ecosistemas naturales
- Conservación de la biodiversidad
Sustentabilidad económica:
- Decisiones intergeneracionales
- Menos residuos = mayor eficiencia = menor coste
- Se reduce el coste del cumplimiento de la normativa
Sustentabilidad social:
- Generación de nuevos empleos
- Igualdad de oportunidades con los demás
- La sociedad dispone de más recursos y energía
La filosofía del residuo cero fomenta la restauración de los ciclos de vida de los recursos. Así, todos los productos son reutilizables. Las prácticas de residuo cero son el avance más significativo para combatir la crisis climática. Puede ser tan simple como el cartón, las botellas de agua, los metales, etc., lo que provoca el agotamiento de los recursos, los residuos industriales y la contaminación del aire y del agua.
A medida que se desarrolla la tecnología, el reciclaje resulta más conveniente y económicamente viable que producir más. El reciclaje ayuda a frenar el consumo de energía y a producir menos emisiones de gases de efecto invernadero.
5. La tecnología ayuda a crear conciencia sobre nuestro efecto en el planeta
Cada año que pasa, la gente es más consciente de cómo la actividad humana está dañando el planeta. La tecnología es un componente masivo de esta ecuación. Al tener un mayor acceso a la información y los recursos relacionados con el cambio climático, podemos reconocer fácilmente nuestro impacto y encontrar formas de actuar.
Los avances tecnológicos nos han ayudado a predecir y prevenir daños a gran escala. Ahora más que nunca, podemos controlar nuestros efectos en la calidad del aire y hacer un seguimiento de las sustancias químicas que producimos en las ciudades o las fábricas.
Al bloquear el poder destructivo de clorofluorocarbonos (CFC), por ejemplo, gas utilizado en varios productos como la refrigeración, el aire acondicionado y los aerosoles, se puede evitar que dañe el medio ambiente.
El agujero creado por los CFC en el ozono se debió a la invención del espectrofotómetro de ozono Dobson, ahora entendemos la magnitud del daño que estos gases compuestos estaban creando. La prohibición de los CFC ha permitido que el agujero de la capa de ozono comience a sanar.

A medida que nos educamos más sobre nuestro medio ambiente, podemos difundir la concienciación sobre temas importantes más allá de nuestros familiares y amigos inmediatos. Además de compartir información, también podemos compartir bienes y servicios que beneficien al medio ambiente mediante el uso de la tecnología.
Las aplicaciones y los aparatos están a la vanguardia de estos cambios ambientales, haciendo que seamos más eficientes con nuestros recursos. Si actuamos colectivamente, tenemos el potencial de crear un mundo más valioso y limpio gracias a la tecnología.