La pandemia del COVID-19 ha puesto un gran peso en la salud mental de las personas. Sin duda, la pandemia ha afectado a todo el mundo de diferentes maneras. Para algunos, ha sido la pérdida de sus trabajos.
Para otros, se trata de adaptarse a las condiciones del trabajo desde casa. Para los recién graduados, ha sido perder las ofertas de trabajo recibidas durante sus últimos años.
El estrés provocado por la pandemia ciertamente ha impactado en el bienestar de todos. Y hoy, cuando empezamos a sentir la esperanza de que las cosas vuelvan por fin a la normalidad, el Variante Delta ha venido a aplastar nuestro optimismo. Esto deja a la gente con la pregunta: ¿cuándo va a terminar esta pandemia?
La incertidumbre provocada por la pandemia ha destacado la importancia de la empatía en el trabajo.
Es una práctica habitual el poder garantizar que las empresas puedan prosperar en el competitivo mercado actual. Es propio de toda empresa contratar y formar a los mejores directivos y líderes.
Aunque sigue siendo imprescindible para el éxito de toda empresa contar con los mejores empleados, la fuerza laboral actual exige flexibilidad y comprensión de sus líderes.
Las condiciones de trabajo a distancia han borrado los límites entre el trabajo y la vida. Trabajar desde casa implica a menudo que los padres trabajen mientras cuidan de los niños. Las nociones de trabajo y vida de la gente nunca han estado tan universalmente integradas.
Según The Washington Post, el 33% de los trabajadores actuales dejaría su trabajo si recibiera una oferta de una empresa más empática y compasiva. Practicar la empatía en el trabajo se esta convirtiendo en una ventaja competitiva. No sólo es bueno para los empleados. También es una gran estrategia empresarial para potenciar y retener a los mejores talentos.

¿Por qué es importante la empatía?
La empatía es la capacidad de reconocer las necesidades de los demás y ser consciente de su estado emocional.
Aunque la empatía en el trabajo suele pasar desapercibida, es hora de que los líderes empiecen a practicarla. Tener un equipo donde reine la confianza, sus miembros puedan admitir errores y comprometerse con la seguridad psicológica es clave para toda gran organización. Todo ello comienza con la empatía.
Practicar la empatía en el trabajo permite a los empleados conectar con sus compañeros y clientes de forma más eficaz. Conectar, apoyar, escuchar y ayudar a los demás en la oficina significa preparar una empresa para el éxito a largo plazo. Mejorar la comunicación con los demás y crear relaciones sólidas también da lugar a un entorno de trabajo más positivo.
El grado de empatía de las personas con su empresa influye directamente en el grado de compromiso, productividad y lealtad que tendrán con su empleador.
Cuando la gente se siente apoyada y valorada, es más probable que trabaje más horas, que rechace ofertas de trabajo de mayor pago y que haga más de lo que se le pide.
¿Por qué? Porque somos seres sociales. Nos preocupamos por el bienestar, la supervivencia y, en última instancia, la capacidad de prosperar de nuestra tribu. Lo mismo ocurre en los negocios.
Cada uno tiene sus propios valores, conocimientos culturales, antecedentes y perspectivas que lo hacen único. Sin embargo, cuando las personas se aprecian y reconocen entre sí, es cuando la conexión y confianza nacen.
Algunas de las ventajas de practicar la empatía en el trabajo son:
1) La empatía mejora la comunicación
Cuando las personas practican la empatía, pueden adaptar mejor su estilo de comunicación a la persona o grupo con el que interactúan. La empatía permitiría a los compañeros de trabajo adaptar de manera más eficaz lo que se está comunicando y a quién se lo comunica.
Cuando los colegas dentro de un equipo se comprenden mutuamente, es más probable que sean su yo más auténtico. Como resultado, escucharán más, se darán toda su atención, harán más preguntas y se abrirán con sus sentimientos.
2) La empatía mejora el servicio al cliente
La empatía puede permitir a las empresas ofrecer un mejor servicio al cliente. Los empleados empáticos son más capaces de anticiparse a los deseos y necesidades de los clientes.
La empatía es una poderosa herramienta para resolver los problemas de los clientes de forma rápida y eficaz. Al tratar con clientes insatisfechos, los empleados con empatía tendrían más posibilidades de hacer que los clientes se sientan escuchados y valorados mientras llegan a una solución que satisfaga a ambas partes.
Por lo tanto, la empatía en el lugar de trabajo no sólo es beneficiosa para el compromiso de los empleados y la creación de equipos. Cuando los clientes se sienten valorados, es mucho más probable que vuelvan o, mejor aún, que recomienden la marca a sus amigos y familiares.
3) La empatía fortalece las relaciones
¿No es más agradable cuando se disfruta trabajando con los compañeros? Es muy poco probable que alguien esté en desacuerdo con esta afirmación.
La empatía puede ayudar a los compañeros a ser mejores miembros del equipo. Al fomentar la compenetración y la confianza, los empleados serán más propensos a conocer el lado humano del otro. La empatía permite a los empleados ver a Jane de contabilidadpor ejemplo, como Jane que está lidiando con su abuelo enfermo, o Jane con un adorable cachorro nuevo.
Esto permite que los equipos interactúen entre sí de maneras que no siempre tienen que ver con el trabajo. Al ver a las personas a través de lentes humanos, es más probable que los colegas se cubran las espaldas y se preocupen por los intereses del otro.

La importancia de practicar la empatía
Practicar la empatía puede ser un reto. Nuestros niveles innatos de empatía están directamente ligados a nuestra personalidad y educación. Por lo tanto, su aprendizaje suele requerir grandes esfuerzos de energía mental y emocional. Sin embargo, la mejor manera de empezar a practicar la empatía es con... uno mismo.
Amar, cuidar y reconocer nuestras propias necesidades, al igual que hacemos con los demás, es el primer paso. Esto es lo que se denomina la auto-empatía.
No se trata de cuidar menos de los demás. Tampoco se trata de ser egoístas. Se trata de asegurarnos de que nos cuidamos a nosotros mismos primero para luego traducirlo en otros.
La gente suele pasar por alto la auto-empatía. Sin embargo, la realidad es que no podemos ser empáticos con los demás sin antes ser compasivos con nosotros mismos. Nunca podremos construir relaciones significativas hasta que la que tienes contigo mismo sea tan sólida como una roca.
La autoempatía es la base de cualquier relación fructífera.
Estar emocionalmente autoconsciente es la forma más eficaz de empezar a practicar la empatía. Sólo las personas empáticas que pueden reconocer y responder a sus propio necesidades y emociones alcanzan la verdadera felicidad.
A continuación se exponen algunas formas sencillas de empezar a practicar la autoempatía:
- Observa sin juzgar.
- Conversa contigo mismo como si estuvieras con tu mejor amigo.
- La ira, la rabia, el miedo, la decepción, la ansiedad y la preocupación son emociones comunes. La vida siempre te presentará retos difíciles y pondrá a prueba tu capacidad para afrontar los contratiempos. Hoy, mañana y siempre, no seas demasiado duro contigo mismo. Practica el perdón.

Cómo mostrar empatía en el trabajo
Entonces, ¿cómo mostramos empatía en el trabajo? A continuación exponemos algunas estrategias sencillas, pero relevantes, para empezar a crear lugares de trabajo más empáticos.
Recuerde que, al hacerlo, no sólo se beneficiarán los empleados. También creará una ventaja competitiva para las empresas en su conjunto.
Intente ponerse en los zapatos de sus colegas
¿Alguna vez has tenido que lidiar con un jefe irritante? ¿Ha deseado alguna vez tener un jefe de equipo diferente? Todos hemos pasado por ello y sabemos lo que se siente.
Pero, ¿te has preguntado alguna vez cómo es estar en el lugar de tus jefes?
Tal vez la razón por la que te presiona tanto es que los ejecutivos de la empresa le imponen plazos muy ajustados o le esta recortando el presupuesto del departamento. Tal vez tu jefe esté lidiando con un drama familiar o esté pasando por algo personal.
Sea lo que sea, nunca lo sabrás si no te acercas, preguntas y mantienes una conversación sincera. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero trata de acercarte a tu jefe o compañero de trabajo con la mente abierta.
El primer paso para practicar la empatía es iniciar una conversación. Intenta ver a tu jefe o colega no como lo que son para ti profesionalmente, sino como seres humanos. Su estatus, su cargo o su salario suelen levantar escudos que dificultan el acercamiento a los demás. Pensar en ellos como personas en lugar de su "jefe" o "compañero de trabajo" puede permitir que fluya la empatía.
Evite hacer suposiciones
Juzgar a la gente nunca es una buena idea. Nunca sabemos por lo que podrían estar pasando, especialmente durante una pandemia global.
Digamos que un empleado recién contratado parece estresado y desequilibrado. En lugar de hacer que su día sea aún más incómodo, ¿por qué no hablar con él sobre la cultura de trabajo de la empresa? Adaptarse a nuevos ambientes suele llevar tiempo y el tener un aliado nunca esta de más.
Hacer suposiciones sobre el nuevo empleado sólo empeoraría la situación. Por eso, implementar la empatía en el trabajo suele recaer en el equipo de liderazgo. Los líderes deben ser los que den ejemplo y modelen el comportamiento que les gustaría ver en la oficina.
Dar importancia a los sentimientos y las emociones
En el acelerado entorno actual, las personas suelen estar demasiado centradas en lo que la agenda dice que tenemos que hacer. Siempre se trata de lo que sigue, de alcanzar la cuota de ventas o de lograr el próximo ascenso. Es fácil que los sentimientos se queden atrás.
Al centrarnos únicamente en conseguir el próximo gran éxito, podemos olvidarnos fácilmente de cómo se sienten los miembros del equipo.
¿Nos hemos detenido a celebrar los logros del equipo? ¿Nos hemos tomado el tiempo de hacer una pausa y mirar atrás para ver hasta dónde hemos llegado? Si se celebran los logros, ¿se celebran porque tienen que o porque el equipo realmente lo quiere celebrar?
El tiempo pasa volando. Tómate un momento para reflexionar, meditar o simplemente celebrar honestamente lo lejos que has llegado.
Sé un buen oyente
Escuchar es quizás el mayor combustible de la empatía. Cuando escuchamos, realmente escuchamos, estamos enviando el mensaje de que esa persona nos importa de verdad.
Cuántas veces te han preguntado en la oficina: "¿Cómo te esta yendo hoy?". Empiezas a elaborar tu respuesta y pronto te das cuenta de que la pregunta se ha hecho por cortesía y no porque la gente realmente quiera saber.
No seas esa persona. Escuche activamente a la gente. Cuando tengas una conversación, no centres tu atención en tu respuesta inmediata, sino en lo que se está siendo comunicado.
Sus problemas pueden ser de suma importancia para ellos. Podrían estar afectando seriamente su trabajo o a salud mental. Estar ahí para el otro puede hacer una gran diferencia.

Empieza a practicar la empatía en el trabajo hoy mismo
La empatía desempeña un papel esencial en la creación de un entorno de trabajo positivo. Ser amable con los clientes es esencial. Pero ser amable con los compañeros es mucho más importante. Ayuda a crear confianza, conexión, compenetración y seguridad psicológica.
Las empresas y los líderes que buscan hacer que sus equipos sean más productivos, potenciar y retener a los mejores talentos, impulsar la creatividad y fomentar la confianza deberían considerar la posibilidad de practicar la empatía en el trabajo.
Llevará tiempo, pero la diferencia valdrá la pena.